Realidad virtual

Mucho he hablado de los protagonistas de este sueño, de mis insolentes señoritas y de todo lo que rodea este jardín, pero estos días me ha dado por pensar en el lugar, en el espacio donde crece mi jardín, en este mundo virtual que a veces compensa pero otras asusta, y muchas veces la verdad es que confunde.

Para mucha gente ese adjetivo virtual significa frió, distante, y sobre todo irreal. Hace unos días una serie de circunstancias me hicieron replantearme que quizás fuera cierto, pero tras mucho pensar y darle vueltas a la cabeza, he decidido que no. Nada es virtual y todo es real. Es real mi jardín, tan real que se convirtió en un sueño gracias a muchos de vosotros. Es real la gente a la que he llegado a conocer aunque a muchos no les haya visto ni la cara. Son reales las palabras que dejáis, los ánimos que me dais y son reales las conversaciones que he tenido el placer de tener con cada uno de vosotros.

Es real que estoy encantada de haberte conocido a ti, a quien admiraba desde la lejanía y que un día un tema espinoso nos puso en contacto e hizo que nos conociéramos realmente mi querida arquitecta de sueños, pues es tan real como que ahora nos pasamos horas arreglando el mundo (si, el virtual, pero el mundo al fin y al cabo).

Y tú ¿no crees que es real que seamos capaces de estar más de dos horas al teléfono, hablando de cosas serías, pero también diciendo muchas payasadas? o ¿acaso tu complicidad es virtual y no real?.

Y tú, que estás leyendo esto o no, porque se que mis largos textos te marean, ¿Que me dices, acaso no es real que solo a ti te dejo llamarme pijah, que voy corriendo a verte cada vez que aterrizo en Sevilla y que me hayas abierto tu casa de par en par?.

Y tú a la única de este mundo tan virtual que ya conocía realmente antes que virtulamente, que siempre has estado ahí, pero que probablemente ambas sabemos que nos hayamos acercado virtualmente mas si cabe, y nunca te hubieras convertido en una de las musas sino llega a ser por este mundo virtual.

Y que decir de ti que aunque ya lo sabes no lo crees, pero es real tu apoyo, y fue real siempre tu confianza, tan real como tus consejos y tu aliento y aunque si, lo sé, pueda parecer un poco pava me niego a pensar que es virtual, y a pesar de que quizás ya nunca te lo diga más, lo siento pero, sé que es real. Tan real como que más de una vez supiste sacarme una sonrisa. Así que ya no me rompo más la cabeza, lo tengo claro, es raro, pero es real, es un universo diferente, pero esta aquí y si no fuera así esto no tendría sentido, así que me niego a pensarlo. Quizás pensar que es solo virtual no es más que una forma de decirme que esto no te importa mucho, o no, no lo sé pero estoy cansada de pensar. Lo que si sé es que para mí todos soís reales, por lo menos los que en mayor o menos medida me importáis. Soy consciente que como un mundo real tiene sorpresas, agradables y desagradables, concierto y desconcierto, discusiones y en ocasiones reconciliaciones virtuales y en otras como la vida misma no, y sí, sigue pensándolo si quieres, pero no pretendas que yo me lo crea, porque sé que esto es tan real como la vida misma.

Gracias a todos los que aqui entráis por formar parte de este mundo virtual porque si no lo hicierais tan real El Jardín de Lulaila seria un sueño irreal muy difícil de cumplir.

Para ti, con todo el cariño y aprecio que esta realidad tan virtual me permite tenerte por muy virtual que tu lo quieras ver